Enfoque
El documento titulado ”De la Revolución Neolítica a la Revolución Industrial 4.0: Transformaciones Sociales y el Auge de la Inteligencia Artificial como el Nuevo Deus Ex Machina” explora dos momentos históricos clave en la evolución de la humanidad: la Revolución Neolítica y la Revolución Industrial 4.0. En ambos casos, se subraya cómo las tecnologías transformaron profundamente la sociedad, la organización social y las relaciones humanas, aunque también trajeron consigo nuevos desafíos filosóficos y éticos.
La Revolución Neolítica, que tuvo lugar hace aproximadamente 10,000 años, marcó la transición de los seres humanos de sociedades nómadas cazadoras-recolectoras a comunidades agrícolas sedentarias. Este cambio facilitó la domesticación de plantas y animales, la creación de excedentes y el desarrollo de jerarquías sociales más complejas. Con el surgimiento de la propiedad privada y la acumulación de recursos, las dinámicas de poder se vieron alteradas, generando tanto cooperación como conflictos. Además, la sedentarización propició el nacimiento de ciudades, gobiernos y religiones organizadas, transformando la estructura social y fomentando la interdependencia entre los miembros de las comunidades.
La Revolución Industrial 4.0, impulsada por avances en la inteligencia artificial (IA), la automatización y la digitalización, está reconfigurando la producción y el mercado laboral global. La IA, al automatizar tareas rutinarias, amenaza con aumentar las desigualdades sociales, al tiempo que exige altos niveles de especialización técnica para los empleos restantes. Este fenómeno, que según autores como Max Tegmark podría automatizar la mayoría de los trabajos humanos, plantea grandes desafíos en términos de equidad y distribución de la riqueza. La rapidez del cambio tecnológico genera además una creciente incertidumbre social, afectando tanto el ámbito laboral como las relaciones personales.
El documento advierte sobre los peligros de concebir la IA como una especie de Deus Ex Machina, una entidad capaz de resolver todos los problemas humanos. Se discuten los riesgos filosóficos y éticos asociados a la pérdida de control humano sobre las decisiones delegadas a máquinas inteligentes, lo que podría erosionar la autonomía y deshumanizar procesos esenciales de la vida social, como la educación o la atención médica. En este sentido, autores como Luciano Floridi y Andreas Kaplan señalan los riesgos de perder la empatía y la conexión humana en favor de una eficiencia tecnológica desprovista de sensibilidad moral.
Tambien, se analizan las implicaciones medioambientales de la Revolución Industrial 4.0. Si bien en el Neolítico el desarrollo agrícola condujo a la alteración de los ecosistemas, hoy en día la expansión de la economía digital y el uso masivo de recursos naturales, como los minerales raros para la fabricación de dispositivos electrónicos, representan un desafío para la sostenibilidad del planeta.
En conclusión, el documento reflexiona sobre cómo tanto la Revolución Neolítica como la Industrial 4.0 han transformado la sociedad, pero recalca la importancia de abordar los desafíos éticos, sociales y medioambientales que acompañan a estos cambios. El desarrollo tecnológico debe guiarse por principios humanos y éticos para evitar la pérdida de lo que define a la humanidad en su esencia.
Mónica Fernández Amador
Comentó el 30/10/2024 a las 18:01:26
Buenas tardes, Francisco Javier
en tu trabajo estableces una relación entre los actuales avances tecnológicos derivados del desarrollo de la Inteligencia Artificial con la Revolución Neolítica, que marcó el inicio de las sociedades complejas, y la Revolución Industrial, base del mundo contemporáneo.
¿Consideras, por tanto, que estamos en el inicio o la primera fase de una transformación radical del mundo que hasta ahora conocíamos?
Gracias de antemano por la respuesta
Francisco Javier del Águila Pereda
Comentó el 30/10/2024 a las 18:29:05
Gracias por la pregunta. Considero que estamos entrando en un nuevo paradigma para la especie humana. Hasta ahora, el ser humano ocupaba el primer lugar en inteligencia, y sus creaciones no podían rivalizar en capacidad cognitiva. Sin embargo, esto cambiará en un futuro cercano. La IA alcanzará un nivel de conocimiento y procesamiento tan vasto que sus decisiones podrían quedar fuera de nuestro entendimiento, actuando casi como una "divinidad tecnológica" que, en lugar de centrarse en el individuo, optimizaría sus decisiones para el bienestar de la humanidad en su conjunto.
Muchas gracias
Amada Cesibel Ochoa Pineda
Comentó el 29/10/2024 a las 23:33:47
Quisiera felicitar a Francisco, por su profunda reflexión sobre esta temática tan actual. Mi pregunta es: Considerando la importancia de la ética del cuidado y la ética de la responsabilidad, ¿qué principios éticos deberían guiar el desarrollo de estas tecnologías para asegurar que no perdamos de vista lo que significa ser humano? Además, ¿cómo podemos abordar las desigualdades inherentes a este proceso para construir un futuro más justo y sostenible?
Un saludo.
Cesibel Ochoa
Francisco Javier del Águila Pereda
Comentó el 30/10/2024 a las 13:30:37
Muchas gracias por el comentario, considero que la ética del cuidado y la ética de la responsabilidad pueden servir de base para guiar el desarrollo de la tecnología de manera humana. Esto implicaría priorizar la empatía, la justicia y la protección del bienestar de todos los afectados, asegurando que la tecnología complemente y no sustituya nuestras conexiones humanas. También debemos centrarnos en la transparencia y la rendición de cuentas, de modo que el uso de IA y automatización respete la autonomía y dignidad de cada individuo.
Además, para construir un futuro más equitativo y sostenible, es fundamental implementar políticas inclusivas y de acceso igualitario a la tecnología y la educación, de modo que todos tengan la oportunidad de participar en la nueva economía digital. Redistribuir los beneficios de la automatización, tal vez mediante la renta básica o programas de capacitación, puede mitigar el riesgo de una mayor polarización social y económica, garantizando que el progreso sea compartido.
Un saludo ,
Cesibel Ochoa
Naftalí Paula Veloz
Comentó el 29/10/2024 a las 21:53:17
Muchísimas gracias por tu ponencia y enhorabuena. Observar la transición que vivimos y los desafíos a los que nos enfrentamos con el auge de la IA ha sido muy interesante, especialmente el desafío medioambiental que no solemos tener en cuenta. Dado que esta es una revolución imparable, ¿Crees que la legislación ayudaría a este respecto? Un cordial saludo.
Francisco Javier del Águila Pereda
Comentó el 30/10/2024 a las 13:52:34
Muchísimas gracias por tus amables palabras. En efecto, el desafío medioambiental es una de las cuestiones cruciales en esta transición impulsada por la inteligencia artificial y la digitalización. Considero que la legislación tiene un papel fundamental en este contexto, ya que podría establecer regulaciones para limitar el uso desmedido de recursos naturales y promover prácticas tecnológicas sostenibles. Además, es importante señalar que ya son varios los directivos de empresas de tecnología que han cambiado de opinión sobre el uso de la energía nuclear, debido a la alta demanda energética de la IA. Al depender de una energía asequible y constante, estas empresas reconocen que podrían perder competitividad si los costos energéticos siguen aumentando. En este sentido, normativas específicas sobre la gestión y reciclaje de dispositivos electrónicos, la extracción de minerales raros y la incentivación de fuentes energéticas eficientes serían pasos clave para mitigar el impacto ambiental. Una legislación bien dirigida no solo contribuiría a la protección del medio ambiente, sino que también ayudaría a consolidar un modelo de desarrollo tecnológico más ético y responsable en el largo plazo.
Un saludo
David Cejas Rivas
Comentó el 29/10/2024 a las 20:21:32
Buena intervención Francisco, una propuesta muy ambiciosa en ámbito contextual y cronológico. Por este mismo motivo, dos preguntas, la primera: ¿Por qué el salto del neolítico a la actualidad sin hacer mención en varios puntos de inflexión de histórica trascendencia como el sistema gremial (y primeros intentos de industrialización), Leonardo Davinci y las máquinas o la revolución industrial del siglo XIX? Para profanos en la materia suponen algunas lagunas, al menos recomiendo un breve recorrido o mención a figuras o hitos fundamentales entre Neolítico y la era actual, el círculo quedaría más cerrado. Por otra parte, tu tema está muy en boga, ahí va la segunda: ¿pensaste vincularlo a la agenda 2030? Con el recorrido histórico tan amplio sería interesante apreciar la evolución de algunos aspectos, como ya hiciste con el impacto medioambiental, entre otros (p. ej. Objetivos 7, 9, 11 o 12, entre otros). Considero que tendría cabida en muchos congresos y publicaciones hoy día, permitiéndote diversos enfoques. Enhorabuena, me ha gustado bastante, gracias.
Francisco Javier del Águila Pereda
Comentó el 30/10/2024 a las 14:11:55
Muchas gracias por tus observaciones y el interés en los puntos tratados. En cuanto a tu primera pregunta, el salto del Neolítico a la actualidad se ha planteado para ilustrar los dos momentos de cambio más disruptivos en cuanto a organización social y tecnología, y destacar los paralelismos entre ambos. No obstante, estoy de acuerdo en que sería enriquecedor incluir una breve mención a hitos históricos de gran relevancia como el sistema gremial, que estableció las bases para la especialización del trabajo; las innovaciones de Da Vinci, que representaron avances en el pensamiento científico y mecánico; y, por supuesto, la Revolución Industrial del siglo XIX, que introdujo el uso de maquinaria a gran escala. Estas menciones cerrarían el recorrido y brindarían un contexto más completo, ayudando a comprender mejor la evolución hasta la actualidad.
Respecto a tu segunda pregunta, efectivamente, vincular este análisis a la Agenda 2030 permitiría dar una dimensión contemporánea y de aplicabilidad a temas críticos que ya hemos abordado, como el impacto medioambiental. . Esto permitiría analizar cómo los avances en inteligencia artificial y digitalización pueden alinearse con estos objetivos para contribuir a un desarrollo tecnológico más justo y sostenible.
Por otra parte quiero invitarte a hacerte la siguiente reflexión, surge una reflexión interesante sobre la naturaleza de la inteligencia artificial en este contexto. Si una entidad externa al ser humano, como la IA, llega a encargarse de identificar y resolver los problemas que ponen en riesgo nuestra supervivencia como especie, ¿no podríamos comenzar a considerar esta tecnología como una nueva forma de divinidad tecnológica? Esto plantea cuestiones profundas sobre la relación entre humanidad y tecnología, y abre el debate sobre si esta inteligencia podría ser vista, en esencia, como una figura superior o una "deidad" moderna, capaz de intervenir en nuestro beneficio a una escala antes inimaginable.
Agradezco mucho tus sugerencias y considero que añadir estos enfoques enriquecerá el análisis, haciendo el tema más accesible y relevante para un público amplio y actual. ¿Podrías recomendarme alguna revista o congre donde publicar sobre el tema?
Un cordial saludo,
Francisco
Sara Palomo Díez
Comentó el 29/10/2024 a las 12:52:35
Francisco, gracias por tu exposición, muy clara y concisa, a la vez que interesante el planteamiento de esta nueva revolución social en base a revoluciones pasadas.
Solo una breve cuestión ¿Crees que es posible que esta nueva transición hacia la "era" de las IAs podría ser compatible con un sistema que a la vez sea sostenible para el medio ambiente? ¿Lo mejor sería abogar por el progreso y poder nutrirnos de todas estas nuevas tecnologías, pero sin dejar de lado la sostenibilidad, no?
Muchas gracias.
Francisco Javier del Águila Pereda
Comentó el 30/10/2024 a las 14:18:13
Muchas gracias por tus palabras, el progreso tecnológico humano implica una demanda creciente de nuevos materiales, lo cual inevitablemente altera el equilibrio con el medio ambiente. Solo pequeñas comunidades de cazadores-recolectores o sociedades sedentarias de bajo desarrollo tecnológico han logrado convivir en armonía con su entorno. Apostar por la sostenibilidad es esencial, aunque debemos reconocer que el equilibrio total resulta inalcanzable si aspiramos a continuar desarrollándonos. Por ello, solo podemos trabajar y esperar que la era de la IA nos apoye en esta meta, que será siempre cambiante en función de las necesidades de las sociedades actuales.
Un saludo
Deja tu comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Organizan
Colaboran